Corre el año 1123 y el pueblo de Kingsbridge asiste al ahorcamiento público de un inocente que entona una quejumbrosa melodía francés, la lengua de la nobleza normanda, dirigida a una joven embarazada. La chica, tras el ajusticiamiento, maldice a los siniestros responsables y huye al bosque...
Inglaterra se haya sumida en una cruenta lucha sucesoria en la que suceden injusticias como esa.
En Kingbridge se inicia la construcción de una catedral gótica, el sueño de Tom Builder, un sencillo maestro de obras que quiere elegir un monumento en celebración de la gloria del Señor.
Pero los intereses se oponen a tan ingenua empresa, representados por un monje ambicioso y un obispo corrupto empeñados en destruir el proyecto y arruinar la reputación de sus impulsores, darán lugar a un conflicto entre el clero y la monarquía.
En mi opinión es una novela de ficción histórica (quizás de las mejores de este género) que te ambienta en un pasado de un modo bastante fiable y además te desarrolla una trama ficticia.
Los personajes que utiliza el autor nos los muestra con un fuerte protagonismo e historias propias independientes que a su vez están enlazadas entre sí.
Y aunque es un libro que me encanta recomendar si que hay una crítica, el libro contiene para mi parecer demasiados detalles de la construcción de la catedral y es que pienso que no todos entendemos de arquitectura gótica ni nos interesa tanto el arte. Y otra pequeña crítica es la diferencia tan clara de los personajes en cuanto a buenos y malos, los buenos los santifica y los malos son totalmente crueles y despiadados. Pero a favor de este libro me queda decir que las historias me engancharon por completo y casi no me di cuenta de que la novela tenía tantas páginas.
Una gran frase del libro :“Tenía que aprender que quienes le trataban de forma hostil lo hacían debido a su propia debilidad.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Queremos saber tu opinión, deja tu huella y coméntanos, en breve te contestaremos..